Preguntas Frecuentes

En esta sección encontrarás respuestas claras y directas a las dudas más comunes sobre nuestras estufas a pellet, calefactores de terraza y el uso del pellet como combustible. Desde cómo funcionan, sus beneficios frente a otras alternativas, hasta detalles sobre instalación, consumo y mantenimiento, aquí reunimos la información esencial para que tomes decisiones con total confianza. Nuestro objetivo es que disfrutes de un sistema de calefacción eficiente, económico y sustentable, con el respaldo de la experiencia de Ecopellet.

¿Estufa a pellet y calefactor a pellet es lo mismo?
Sí, ambos términos suelen usarse como sinónimos. En general, “estufa a pellet” y “calefactor a pellet” se refieren a equipos que utilizan pellet de madera prensada como combustible para entregar calor a un espacio cerrado. La diferencia está más en el nombre que en el funcionamiento: unos modelos usan electricidad para automatizar la dosificación del pellet y otros funcionan solo por gravedad, sin depender de corriente.
Sí, se consideran una alternativa ecológica. Esto se debe a que utilizan un combustible renovable (aserrín prensado proveniente de la industria maderera), lo que los hace carbono-neutral. Además, la combustión es muy limpia, generando menos partículas contaminantes que la leña y emisiones comparables a una estufa a gas, pero sin depender de combustibles fósiles.
Funciona gracias a un sistema por gravedad: el pellet baja desde un depósito a la cámara de combustión, donde se quema sobre una parrilla. El encendido es manual, y una vez prendido, el calor se distribuye al ambiente por radiación de las superficies calientes y por la convección natural del aire. Esto lo hace muy sencillo, confiable y sin ruidos.
Los calefactores de terraza pueden funcionar con distintos combustibles: gas, pellet, parafina, electricidad o etanol. Cada uno tiene ventajas y desventajas. Los de pellet sin electricidad destacan porque no producen gases molestos en el entorno inmediato, no generan huella de carbono y suelen ser más económicos que el gas.
El precio depende del instalador y la complejidad del trabajo. Generalmente, el costo es similar al de instalar una estufa a leña, ya que se requieren cañones adecuados, salida de gases y medidas de seguridad. Lo fundamental es respetar la altura mínima recomendada de 3 metros de cañón y una correcta aislación.
El pellet tiene un precio promedio entre $250 y $300 por kilo, y suele venderse en sacos de 15 kg que rondan los $4.500. Este valor puede variar dependiendo de la región, la marca o la temporada, pero se mantiene dentro de ese rango.
En promedio, una estufa a pellet consume 1 kilo de pellet por hora para calefaccionar una casa de hasta 90 m2, manteniendo una temperatura cercana a los 20 °C. El consumo puede variar según la regulación del aire, la potencia usada y la aislación del hogar.
Sí, aunque depende de la zona. La leña puede ser más barata en sectores donde abunda, pero el pellet resulta más conveniente al considerar comodidad, limpieza, facilidad de almacenamiento y bajas emisiones. Por eso, cada vez más familias lo eligen como su forma principal de calefacción.
La leña sigue siendo la opción más barata en zonas rurales donde está disponible a bajo costo. Sin embargo, en entornos urbanos o donde se busca comodidad y menos contaminación, el pellet es considerado una de las alternativas más convenientes por su equilibrio entre precio, facilidad de uso y eficiencia.
En una estufa que consume 1 kilo por hora, un saco de 15 kg rinde unas 15 horas de funcionamiento continuo. En la práctica, la duración varía entre 12 y 15 horas según la potencia utilizada, la calidad del pellet y el tamaño del espacio a calefaccionar.